La Big Tech lanzó su golpe de Estado numérico
Por Virginie Joron*
Frente a esta toma real de la economía digital estadounidense sobre la política occidental, no podemos permanecer amorfos. Francia y la Unión Europea deben separarse urgentemente de su dependencia de las GAFAM, oponerse a ellos con sus propias plataformas digitales que permitan a nuestros conciudadanos utilizar, como tienen por ley, sus libertades de opinión y de expresión.*
Lo ocurrido en la noche de las elecciones presidenciales estadounidenses, es decir, la censura total por parte de los principales canales de televisión del discurso del presidente de los Estados Unidos de América impugnando los resultados, no fue más que un aperitivo. Después llegó el momento en que las GAFAM atacaran el plato principal. De hecho, en la noche del 9 al 10 de enero, con el pretexto del movimiento de ira popular que tuvo lugar en el Capitolio de Washington, el martes, Twitter, la red social privilegiada del presidente saliente de Estados Unidos, decidió eliminar pura y simplemente la cuenta privada del mandatario. En ese envión, más de cuatro millones de cuentas de Twitter de partidarios de Donald Trump fueron censuradas.
Es un enfoque sistémico real de los gigantes digitales que se ha puesto en marcha con fines militantes y políticos. Porque las GAFAM (Google, Amazon, Facebook, Apple, Microsoft), y sus numerosos asociados, han tomado esas medidas, todos, en concierto, medidas de verdadera censura generalizada.
Así que Facebook, Instagram y otras redes sociales populares han seguido los pasos del negocio de Jack Dorsey. Por tanto, cabría decir que basta simplemente con cambiar de red social para seguir expresándose de otras formas y que al fin y al cabo, al ser Twitter una empresa privada, hace bien lo que quiere hacer según las condiciones de uso que impone a su espacio.
Ahí es donde llegamos al meollo del problema que plantea el Golem digital que se ha creado durante las últimas dos décadas. Porque mientras Donald Trump y 200.000 usuarios de redes sociales acaban de registrarse en la aplicación Parler, conocida por su política de no censura, los GAFAM ahora están mostrando su carácter omnipotente e inevitable. En cuanto surgieron esas transferencias masivas de usuarios, tanto Apple como Google impusieron un ultimátum a Parler para obligarlo a seguir la misma política de control de expresión, so pena de no permitir más la descarga de la aplicación desde sus plataformas. Así que ya no son solo las propias redes sociales las que deciden qué decir y qué no decir, sino directamente los jefes de estas plataformas de las que ahora depende casi todo Occidente.
Mientras que China y Rusia crearon hace años sus propias plataformas y redes totalmente autónomas a partir de los gigantes estadounidenses, ahora toda Europa está sujeta a la política ideológica progresista de Silicon Valley en Estados Unidos. ¿Dijiste vasallo? Esa palabra es débil.
Frente a esta toma real de la economía digital estadounidense sobre la política occidental, no podemos permanecer amorfos. Francia y la Unión Europea deben separarse urgentemente de su dependencia de las GAFAM, oponerse a ellos con sus propias plataformas digitales que permitan a nuestros conciudadanos utilizar, como tienen por ley, sus libertades de opinión y de expresión.
Lo que está sucediendo ahora mismo, en estos tiempos espantosos, no es más que una lucha por el control de la opinión. Si hoy nos negamos a librar esta lucha en todos los frentes que se nos oponen, acabaremos mañana todos “borrados”, “cancelados”, “desterrados” por los ayatolas californianos que quieren imponer su ideología a todos los patriotas de Occidente.
*Virginie Joron es francesa y eurodiputada, presidente del grupo RN del Consejo Regional del Gran Este.
*Boulevard Voltaire, Paris
https://www.bvoltaire.fr/la-big-tech-lance-un-coup-detat-numerique/
Traducido y adaptado por Colombian News
