Por : Álvaro Ramírez González
La figura de la Revocatoria del Mandato consagrada en nuestro sistema legal, le ofrece a los ciudadanos la opción de sacar del puesto a un mandatario, antes de terminar su periodo, por sus malas actuaciones.
Dar por revocado su mandato, previo el cumplimiento de unos requisitos, uno de ellos, acudir a las urnas para ratificar el propósito de la revocatoria.
En Colombia sin duda hemos tenido pésimos Alcaldes y Gobernadores elegidos por voto popular.
Pero los ciudadanos además de hacer sus críticas, esperaban a que terminara su tiempo.
Jamás antes se había ocurrido, interrumpir un mandato por vía de la revocatoria.
Pero los hechos han llevado al país a explorar esa nueva figura jurídica- electoral.
Sin meterle política al asunto es un hecho, que Cali, Bogota y Medellin, tienen por mandato popular unos Alcaldes muy populistas pero con erráticas y peligrosas actuaciones, que tienen muy inquietos a los ciudadanos en las tres ciudades capitales.
Por limitaciones de espacio me referiré solo a Bogota y Medellín.
Claudia Lopez llegó a la Alcaldía Mayor de Bogota envuelta en un programa populista anticorrupción y por la estupidez y arrogancia de Galan y Uribe Turbay, que divididos, le abrieron el camino.
Su mandato es igual a ella.
“ En la maleta se conoce al pasajero!”
Es un mandato estridente, agresivo, gritón, tremendista, bochinchero, improvisador, y con muy mala calidad gerencial.
Justo la antítesis de Peñalosa que era silencioso, estratégico, conciliador y con altísimos estándares gerenciales.
Los resultados de Enrique Peñalosa son impresionantes.
La capital luce hoy a la deriva, gobernada a punta de ocurrencias y sin un plan maestro claro que la guíe.
Claudia López gobierna más para el circo y para sus aspiraciones presidenciales que para el bienestar de los bogotanos.
En Bogotá se está hablando de revocatoria y hay fuerzas políticas claramente empeñadas es eso.
Pero no les veo futuro; en mi criterio, Bogota terminará en diciembre del 2023 un mal gobierno.
Ojalá corrija el rumbo, bien caro hay que pagar esas malas decisiones de voto.
Pero en Medellín las cosas son a otro precio.
Daniel Quintero ganó la Alcaldía en territorio Uribista, por un gran error de ese partido y de su jefe, al apoyar a un candidato flojo, destemplado y sin la fuerza ni el carisma que imponía ese desafío.
Quintero ha desafiado el sentido de pertenencia de los Paisas al extremo.
Apoyo las marchas populares y desestimó la destrucción que hicieron los vándalos, “ eso con un poco de pintura se arregla!”
Medellín quedó estupefacto con ese cinismo y ese tácito pero evidente respaldo a los vándalos.
Pero la gran agresión de Daniel Quintero fue contra EPM, la joya de la corona en la tierra de los Paisas.
No solo por las grandes obras que ha hecho y administra con eficiencia, sino por que EPM, de sus utilidades le da cada año a Medellín una millonada para invertir en obras sociales.
Una buena parte del presupuesto de inversión de Medellín y que lo ha hecho la mejor ciudad de Colombia, son recursos multimillonarios que cada año aporta EPM.
Mintió Quintero al escoger el gerente para EPM.
No hubo tal proceso refinado de selección.
Nombró un personaje amigo suyo con una muy pobre y mala trayectoria gerencial.
Y con este gerente de bolsillo, ha hecho un ataque brutal a EPM, que no solo busca cambiar su objeto social para colgarle varios micos de talante populachero, sino que hizo un equivocado ataque a Hidroituango y naturalmente a EPM.
Con ese atropello, naturalmente renunció toda la junta directiva de EPM, integrada por personas muy sólidas y respetadas en lo público y privado.
Y eso sacudió a la sociedad antioqueña y de qué manera.
Integró una nueva junta como pudo y desde allí ha metido en profunda crisis a Hidroituango y a EPM.
Demandar arbitrariamente a los contratistas, es reconocer un mal manejo de la obra y eso, cancela la indemnización de las aseguradoras y le trae impagables demandas a Hidroituango y a EPM, que ya han comprometido en materia grave su estabilidad y confiabilidad con la Banca.
No ha ocultado Quintero su desprecio a la clase dirigente Paisa.
“ La ciudad ya no les pertenece!”, afirmó en uno de sus últimos trinos.
Y lleno la copa.
Los Paisas han montado todo un grueso, juicioso y eficiente esquema para liderar y tramitar la revocatoria de Daniel Quintero.
Medellín está herida y dividida con la llegada de Quintero; la burda estrategia de dividir la sociedad con odio de clases, le va a costar a Quintero, sino su revocatoria, el peor dolor de cabeza de su vida y terminar en crisis un mandato errático y dañino para Medellín.
La historia lo pondrá en la lista de los malos.
Empieza ya un vigoroso y multitudinario proceso de revocatoria del Mandato de Daniel Quintero.
Desafiar de esa manera la idiosincrasia paisa y atentar de esa burda forma contra Hidroituango y EPM, lo han hecho acreedor del más fuerte y vigoroso proceso de revocatoria.
Quintero enfrenta desde ya un gran riesgo de caerse.
Los Paisas le van a enseñar al país a corregir sus errores.
Ojalá lo consigan.
Ojalá se caiga!
