PRONUNCIAMIENTO PÚBLICO
Gobernar requiere momentos de audacia, pero, sobre todo, muchos momentos de reflexión y mesura. Esa mesura la he querido poner en práctica en este momento coyuntural para Antioquia.
Sobre la solicitud de conciliación prejudicial de EPM contra sus contratistas para la ejecución del proyecto hidroeléctrico Hidroituango, lo que menos me podía permitir era pronunciarme al calor de los hechos. Es un tema de alta complejidad e implicaciones para el futuro de Antioquia, ya que el Departamento es el propietario mayoritario de la obra, pero sobre todo lo es también para el futuro del país, porque Hidroituango es una obra estratégica de la matriz energética de Colombia.
Ante esta decisión de EPM, convocamos una reunión extraordinaria de junta de la Sociedad Hidroituango el pasado 13 de agosto, para analizar con toda la responsabilidad y la prudencia, pero también con total determinación, las implicaciones de esta situación, en aras de garantizar los derechos patrimoniales que le corresponden a la Sociedad. El día de ayer, continuamos en la evaluación y realizaremos las sesiones que sean necesarias para tomar las decisiones en defensa del patrimonio de los antioqueños.
Entre tanto, quiero ser claro y contundente en que en el momento actual que viven Antioquia y Colombia y ante la crisis de salud pública de nuestras vidas derivada de la pandemia por COVID-19, que ha generado pérdida de vidas, destrucción de tejido empresarial e indicadores sociales en deterioro, Hidroituango es una obra fundamental para la reactivación económica. El proyecto representa miles de empleos, la revitalización de muchas áreas y actividades económicas y la garantía de sumar pronto más energía al sistema eléctrico interconectado nacional. Por eso tenemos que seguir avanzando en la construcción de la obra, terminarla y solo lo podremos hacer si estamos UNIDOS todos los actores involucrados en su desarrollo. Esto sin desconocer que es necesario que se asuman todas las responsabilidades de las decisiones tomadas en el proyecto y tener claro lo que pasó, pero eso debe ir, reitero, de la mano con la terminación de la obra. Ese debe ser el propósito común de todos. Hoy los gobernantes debemos hacer a un lado los egos y la soberbia, debemos ser ejemplo de prudencia y serenidad, debemos ser voceros de esperanza.
En el pasado, Medellín y Antioquia pudieron superar los momentos más duros de la violencia provocada por el narcotráfico y el conflicto armado, gracias al trabajo armónico de todos los actores: la academia, el sector público, el empresariado, el sector social y la ciudadanía. De su diálogo, de sus consensos, de sus proyectos comunes, la región se sobrepuso a esa violencia. Este modelo ha propiciado innegables avances sociales, ha sido reconocido por el país y el mundo y debemos conservarlo y promover los ajustes y mejoras necesarias.
Hoy ese diálogo tiene que seguir siendo la manera cómo construyamos un acuerdo sobre lo fundamental: la etapa Poscovid en Antioquia y la recuperación económica. Tenemos una enorme responsabilidad, como antioqueños, con las actuales y futuras generaciones. No es el momento para las divisiones. UNIDOS seremos más fuertes y capaces de salir adelante. Poner a Antioquia en primer lugar, ese ha sido siempre el objetivo.
LUIS FERNANDO SUÁREZ VÉLEZ
Gobernador (E) de Antioquia
Medellín, 19 de agosto de 2020
