Como nunca antes visto. La ciudad de Medellín se ve tristemente inundada de basuras al mejor estilo de la Bogota de Gustavo Petro en su momento. Los vecinos de la ciudad ya no aguantan los malos olores y la acumulación de bolsas de basuras en sardineles, aceras, calles y esquinas.
Desde un tiempo para acá, la ciudad viene presentando un aspecto lamentable de deterioro generalizado que ha impactado a quienes están acostumbrados a ver reluciente a la tacita de plata. Al comienzo los ciudadanos reportaban las basuras bajo el manto de duda sobre un retraso accidental retraso en los recorridos de los carros de empresas varias; pero con los días se ha visto que se ha convertido en una constante.
“Tras el encierro, la ciudad no comienza todavía a operar al 100% es decir, si las basuras están acumulando sin que todavía todos los ciudadanos estén operativos, qué podrá decirse cuando todo el comercio, empresas, industrias, transporte y ciudadanos hayan retomado la normalidad?”. La reflexión proviene de uno de los denunciantes que se suman a los cientos de reportes que este portal recibe acompañado de fotos y videos y en los que afirman que “el alcalde de Medellín y su familiar encargado de la Gerencia de Empresas Varias, están convirtiéndola en una cloaca”.
La molestia en la ciudad de general, ningún barrio, calle o rincón se salva. Hay basura y descuido general de la ciudad y la Alcaldía no hace nada por remediarlo. Las redes sociales también reflejan la incomodidad de los ciudadanos quienes constantemente están reportando la acumulación de basuras y malos olores.
Al gerente de Empresas Varias, lo han vinculado dentro de los nombremientos a familiares del aclalde. Los denunciantes dicen que Gustavo Alejandro Gallego Hernández, es primo de la esposa del alcalde Diana Osorio, y que ese nombramiento con prioridad nepotista y no técnico, le está pasando cuenta de cobro a la adminsitración y a la ciudad que se ve cada vez mas afectada por el problema de las basuras.
Pero la Bogotanización de Medellin al peor estilo de la alcaldía de Petro, no es sólo de basuras. La falta de administración de la ciudad es evidente y el deterioro se manifiesta en el descuido general de las las calles con vías ya desteñidas en sus señales de piso, cuya pintura no tiene mantenimiento y se desdibujan de tal manera, que las señales de las vías parecen invisibles y cuando llueve no se ven representando un peligro para los conductores.
Igualmente, la ciudad evidencia la aparición de múltiples huecos en las vías, las mismas que sin mantenimiento han terminado generando accidentes y que no son atendidos a tiempo aunque se reporten para que sean tapados. Y ni hasta los puentes se salvan como este en la transversal superior. Y es que las barandas y rejas protectoras amarillas ya se ven negras o la situación del puente de la cuatro sur, un escenario que representa una estética especial, ha sido invadido por grafitis que lo hacen ver como un lugar peligroso y cuya estética arquitectónica no se ha hecho respetar.
La falta de mantenimiento de las parques, jardines, separadores, sardinéles, vías, puentes, obras representativas se complementa con la falta de la recogida de basuras y desperdicios que, en algunos lugares, ya no solo le ha cambiado el paisaje sino el olor a la ciudad.
A la Alcaldía de Medellin de Daniel Quintero y a su gabinete parece que poco le importa la ciudad o la misma le quedó grande. Quintero, quien saca pecho porque fue elegido por mayoría, sólo parece gobernar para minorías. Es claro que la inversión la está gastando en burocracia y en secretarías, programas y planes para grupos minoritarios, olvidando las necesidades de esas mayorías. A la alcaldía se le está olvidando lo que es el bien común y el interés general de los ciudadanos, olvida además que debe hacer mantenimiento a la infraestructura, a la estética de la ciudad y que debe evitar problemas de salud, que justo es lo que generan las basuras.
