ECONÓMICAS
Luego de los requerimientos que le fueron solicitados a las Empresas Públicas de Medellín por parte de la Superintendencia Financiera, una vez se conocieron las reacciones del mercado internacional de inversionistas y la banca colombiana, tras la actitud del alcalde de la ciudad, Daniel Quintero; la gerencia de la entidad, respondió.
La lesión financiera que se registró con los anuncios de la baja de calificación de riesgos de Fitch Ratings a BBB-, pareció ser solo el comienzo de una serie de reacciones en cadena, que en el informe de respuesta al requerimiento No. 2020195111-000-000, el ente autónomo reconoce que está ocurriendo.
El impacto de haberse saltado el Gobierno Corporativo, afectó no solo la confianza inversionista sino que puso nerviosos a los mercados, con el resultado de varias relaciones comerciales rotas.
En la respuesta quedó claro que si bien no ha existido solicitudes de adelanto de pagos de deudas o exigencia de garantías adicionales, sí han sido requeridos por diferentes clientes, acreedores, aseguradoras y banca nacional e internacional, a través de teleconferencia, para aclarar lo que está ocurriendo con especial interés en la violación del principio de gobierno corporativo.
Igualmente da cuenta de que varias entidades financieras del país y otras internacionales, han decidido romper relaciones comerciales, suspendiendo la posibilidad de otorgar cupos crediticios, poniendo en riesgo el cambio de divisas preferencial y la contratación de algunas coberturas y garantías bancarias.
Hasta el momento esa ruptura de relaciones comerciales basadas en el nerviosismo generado, no ha impactado en la operatividad ni financiación de la empresa, pese a haberse percibido una fuerte disminución y la imposibilidad de acceder a los mercados en algunos aspectos.