Colombia viene siendo objeto de copiosos agentes espías de países aliados del régimen venezolano. Solo en este año 2020 y justo en medio de la pandemia, ya habían sido expulsados del país, espías venezolanos, cubanos y hoy dos agentes rusos.
Según se dio a conocer por parte de la Agencia Nacional de Inteligencia se venían trabajando desde hace dos años sobre 23 diplomáticos rusos con comportamientos extraños. Los agentes que al parecer permanecían encerrados en la sede diplomática en Bogotá, son en su mayoría expertos en cartografía y al parecer, levantaban mapas sobre los recursos colombianos.
Luego de varios meses la Agencia Nacional de Inteligencia y con la cooperación de agencias estadounidenses y del Reino Unido, detectaron e identificaron a dos de los investigados, los agentes Aleksander Paristov Aleksander Nikolayevich Belousov, ejerciendo labores de espionaje por lo que fueron expulsados en las últimas horas por las autoridades colombianas acusados de violar la seguridad nacional.
Sin que hayan trascendido los detalles de la salida , los rusos debieron abandonar el país el pasado 8 de diciembre, luego de que el día anterior, Sergei Koshkin, el embajador ruso, fuera notificado personalmente en el Palacio de San Carlos, sobre lo que se había descubierto; pero se presume que en el territorio se encontrarían mas personas haciendo labores de espionaje de personalidades, recursos, lugares específicos y pasando reportes a sus respectivos gobiernos.
ESPÍAS VENEZOLANOS
Al pasado 20 de septiembre, las autoridades migratorias de Colombia habían ubicado y expulsado del país a al menos 20 espías venezolanos, miembros de las FAES y el SEBIN. Fuentes oficiales señalaron que el objetivo de los infiltrados era atentar contra opositores, espiar o realizar acciones de desestabilización. A lista de espías se incluyó desde inspectores jefes y hasta detectives de la dictadura venezolana. Tras varios meses de seguimientos, las autoridades colombianas detectaron a 29 agentes encubiertos.
Ya en el 2019 la inteligencia colombiana había detectado que varios miembros del SEBIN, adscritos a la base territorial de San Cristóbal (Venezuela), comenzaron a cruzar la frontera con bastante frecuencia. En un principio pensaron que se trataba de casos esporádicos. Pero con el correr del tiempo llegaron a la conclusión de que se trataba de un modus operandi.
En aquél momento, los espías venezolanos tramitaron y obtuvieron la tarjeta de movilidad fronteriza (TMF) que habilita a los venezolanos residentes en Colombia transitar con libertad en la zona fronteriza entre ambos países. La situación llegó al punto que sin pudor alguno, Jorge Rodríguez, Ministro de Comunicaciones en Venezuela, reconoció que habían infiltrado los cuerpos de inteligencia de Colombia. Este caso, llevó al Ministro de Defensa de Colombia a anunciar operativos e intensificación de las operaciones de inteligencia para detectar a los espías en Colombia
ESPÍAS DE AL QAEDA
En el mes de enero, en territorio colombiano fueron interceptados tres espías vinculados con la célula terrorista y extremista Al Qaeda. Los tres miembros de la organización fueron detenidos en Estados Unidos cuando buscaban ingresar a Dallas con pasaportes de Colombia que habían obtenido en el país luego de haber logrado entrar provenientes de Venezuela. Se había hablado de la presencia de varios agentes iraníes quienes estarían en el país. La detención en los Estados Unidos, se logró tras la cooperación de las autoridades migratorias colombianas, que dieron cuenta de los movimientos extraños de los espías iraníes. Lo que sí sorprendió al momento de la captura, fue que tuvieran pasaportes de este país.
Con ello, se desmantelaron dos tramas de funcionarios que en Colombia vendían y ofrecían documentos a espías provenientes de Venezuela. Uno de estos grupos de funcionarios estaba en la Registraduría Nacional en donde se hizo una purga y se vincularon a varios de los empleados públicos a las investigaciones. Del mismo modo, se estableció que los pasaportes falsos tenían gran parte de sus componentes físicos extraídos de las oficinas de pasaportes y su nivel de perfección podría haber hecho que fácilmente pasaran las fronteras. Pero la cooperación de inteligencia colombiana, llevaría a la captura de los presuntos espías y terroristas.
ESPÍAS IRANÍES
Es así como se comenzó a estrechar el cerco de cooperación e investigación con varias agencias de inteligencia en el mundo en busca de contener el espionaje y el terrorismo y que, parece indicar, por alguna razón ha escogido a Colombia.
Las autoridades colombianas no han dado todos los detalles de la detección y seguimiento de los espías rusos expulsados, pero sí es llamativo para ellas la cantidad de agentes descubiertos y a los que todavía se les sigue la pista y que, de alguna manera, son provenientes de países afectos al régimen venezolano de Nicolás Maduro o han cruzado las fronteras desde ese país.
Precisamente con la expulsión de los rusos, se recuerdan las llegadas de un buque hospital y de un avión cargado de agentes de ese país que se quedaron en Venezuela sin que se tuviera conocimiento de qué es lo que hacen en el vecino país. Para esas fechas, Colombia reaccionó y desde Estados Unidos también fue enviado en misión humanitaria una buque hospital.
En aguas internacionales, los Estados Unidos han impedido el paso en varias oportunidades de buque provenientes de Irán, de los que se presume, iban con destino a las costas venezolanas con armamento y a cambio se retornarían con petróleo y oro.
No obstante a las conjeturas que han salido por estos hechos, se suma la cantidad de agentes encubiertos que han llegado en medio de las misiones médicas a Venezuela y que han quedado en evidencia, cuando el mismo personal hospitalario descubre que los supuestos médicos, no tienen idea de hacer una sutura o un diagnóstico, por lo que se ha generado el escándalo local.
ESPÍAS CUBANOS
Entre esos agentes cubanos, el gobierno colombiano le sigue la pista a varios de ellos que han entrado al país como supuestos desplazados venezolanos, quienes con documentación del vecino país, se hacen pasar por migrantes en medio de la crisis y se asientan en diferentes partes del territorio colombiano.
El caso del entramado de espías cubanos estalló en Colombia en Marzo de 2019, cuando uno de los espías fue descubierto en la base militar de Palanquero. De allí se conoció que la embajada cubana, venía funcionando mas como centro de espionaje que como sede diplomática; pero las pesquisas habían comenzado en el año de elecciones 2018.
Para ese momento, fueron tres altos oficiales de la Dirección de Inteligencia cubana, incluyendo al Embajador, quienes ocupaban puestos prominentes en la sede diplomática mientras que otros ocho funcionarios realizan labores de espionaje y reclutamiento. Para las fechas del proceso electoral colombiano, el equipo dela embajada cubana ya contaba con 15 diplomáticos y fue reforzado con otros cuatro funcionarios para la segunda vuelta.
El escándalo de los espías cubanos trascendió gracias a las denuncias hechas en ese momento por el expresidente Andrés Pastrana quien hizo público a través de varios medios de comunicación, que espías cubanos estarían buscando realizar un atentado en Colombia. No pasó mucho tiempo cuando la propia Agencia de Inteligencia Colombiana, dio información sensible al expresidente Álvaro Uribe Vélez, “sobre un posible atentado en mi contra, en el cual estarían involucrados criminales locales y extranjeros”. La información de Uribe fue corroborada por el entonces Ministro del Interior, Guillermo Rivera.
Sería Alfredo Rangel, miembro del partido de Uribe, Centro Democrático, quien contara que “al parecer, oficiales del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) (de Venezuela) y de su dirección de contrainteligencia militar estarían confabulados con el tenebroso G2 de Cuba para realizar un atentado contra la vida e integridad del presidente del Álvaro Uribe”.
Para ese momento, los rumores pasaron a ser corroborados y los espías cubanos, estaban actuando en Colombia desde la embajada de ese país. Fue el 15 de marzo del 2019, cuando fue capturado Juan Manuel Peña, uno de los dos espías que fueron capturados tras seguirles la pista de que estaban infiltrando las bases militares y aéreas en Vichada, Caldas y Cundinamarca. Peña era espía venezolano mientras que el otro capturado fue identificado como un capitán de la Guardia Nacional Venezolana. El espía cubano fue expulsado y el espía venezolano fue conducido a las instalaciones de la Sijín donde fue interrogado por varios días.
Esta situación llevó a la fuerza pública en Colombia a estar en alerta. Para ese marzo, ya en menos de una semana dos venezolanos y un cubano han sido capturados por realizar actos de espionaje en bases militares estratégicas.
@MigracionCol expulsa a ciudadano cubanohttps://t.co/IIhw3l9ko9 pic.twitter.com/DAVzmLEsv0
— Migración Colombia (@MigracionCol) March 16, 2019
ESPÍAS RUSOS
Ante la confirmación de estos casos, el Gobierno Nacional y los organismos de seguridad e inteligencia, han incrementado las investigaciones y operaciones a fin de contener la ola de espionaje sobre el país y que tiene, como objetivo, obtener información para potenciar la llegada de un gobierno que ideológicamente sea afín a las corrientes de izquierda. Gran parte de la información analizada ha sido obtenida de las reuniones de los dirigentes de estas corrientes en Sao Paulo y Puebla en donde se ha trazado el plan para tratar de controlar a Colombia, el único país que ha servido de contención de lo que fue el plan del Socialismo del Siglo XXI y que buscaría imponer un gobierno populista en las próximas elecciones.
Esa línea de investigación conocida por IFMNOTICIAS es una de las varias que se siguen como hipótesis de la presencia de los espías. Otra de las líneas tiene que ver con la búsqueda de obtener información puntual sobre recursos naturales que llevarían a Colombia a ser objetivo de los deseos de explotación de gobiernos internacionales con materias primas necesarias para adelantar las propuestas de desarrollo tecnológico.
Y es que las nuevas perspectivas internacionales y de planteamientos geopolíticos en el mundo, están orientadas a una economía tecnológica que requiere de recursos naturales necesarios para producirla. Ocurre como en los mejores tiempos del petróleo, lo que motivó la apropiación de territorios para la supervivencia de todo lo que se movía la rededor el denominado oro negro. Las tecnologías actuales apuntan a la necesidad de materiales que permitan construir baterías y componentes electrónicos sobre lo que es el nuevo oro y esta sería una de las explicaciones del porqué los rusos, estarían interesados en obtener cartografías específicas de algunos territorios del país.
Otra de las hipótesis tiene que ver con un inventario de cultivos ilícitos y la presencia de grupos al margen de la ley como información sensible que pueda utilizarse en futuras negociaciones. Los rusos estarían interesados en trazar un mapa para recomendar a sus empresarios sobre en dónde y como ubicar futuros negocios e inversiones, tratando de seguir las pautas inversionistas que ya iniciaron los chinos, pero antes que darse un incremento de la inversión, no quieren depender de la información tercerizada o mediada por otras instancias.
Sobre estas líneas fue que se fue depurando el comportamiento de los agentes rusos, hasta que los movimientos extraños de dos de los 23 vinculados a la investigación, los hicieron resaltar dentro del grupo. Tras comprobarse que los dos identificados pertenecían al Servicio de Inteligencia Militar Ruso y al Servicio de Inteligencia Extranjera se emprendió, lo que se denominó, la Operación Enigma.
Lo que llamó la atención fue que estos agentes, que permanecían casi siempre encerrados, comenzaron a realizar constantes salidas en cercanías a la embajada para reunirse con personas que, al parecer, serían sus informantes. En manos de la Agencia Nacional de Inteligencia, hay videos y mapas que señalarían que la información que estaban obteniendo estaba enfocada en una detallada ubicación de los yacimientos, generadores y ubicación energética del país. Si bien las reuniones las realizaban cerca, los militares rusos en su función de espionaje, tardaban hasta seis horas para llegar al destino de las reuniones. Para ello daban vueltas por todo Bogotá, cambiaban de carro y volvían a cafeterías y hoteles cercanos a la embajada para sostener finalmente las reuniones. Dicen los investigadores que esas vueltas y tiempo que gastaban era para evitar seguimientos y despistar.
Los espías sostuvieron reuniones con empleados de diferentes rangos de empresas petroleras y de generación de energía, además de empleados de gobierno y de otras personas que fueron identificadas e infiltradas por parte de los investigadores.
Con toda esta información el Gobierno consideró que la Cancillería debía intervenir y entre las acciones estuvo la expulsión que se produjo, mientras se estableció que desde esta dependencia se han pedido las explicaciones correspondientes al gobierno ruso para establecer qué dependencia y porqué se solicitó información sensible para la seguridad nacional del país.
Hasta el momento de publicación de este artículo, la Cancillería no había respondido si enviará una nota de protesta o reconsiderará la posible violación a los tratados internacionales sobre las relaciones diplomáticas que soportan la presencia de las misiones diplomáticas en los países.
COINCIDENCIAS
Entre las coincidencias que la inteligencia colombiana examina, está la presencia de espías provenientes de países afectos al régimen venezolano y de ese país, con la ola de desestabilidad, marchas y vandalismo en las ciudades. En uno de los informes que IFMNOTICIAS realizó en medio de las protestas de los paros y tras la muerte de un estudiante de derecho a manos de policías que terminaría con varias noches de incendios de CAIs en Bogotá y el caos generalizado; se daba cuenta de la influencia de grupos organizados del ELN y las FARC que operaban a modo de milicias urbanas coordinadas.
Precisamente se señala por parte de la Inteligencia Colombiana, en uno de esos informes, que los entrenamientos se desarrollaban en Venezuela y en universidades públicas. Es precisamente esa, una de las coincidencias, pues serían espías cubanos y venezolanos los encargados del entrenamiento revolucionario.
Igualmente, dicen desde la inteligencia colombiana, que la base del ELN está en Venezuela, lugar desde donde se desplegan las tropas revolucionarias en misiones de ataques y regresan a resguardarse en ese país una vez cometidos los hechos. Algo similar ocurre con las disidencias de las FARC, cuyos dirigentes gozan de la protección del régimen venezolano y es hacia ese país hasta donde el mismo Jesús Santrich, huyó tras abandonar el congreso para rearmarse junto con una buena cantidad de desmovilizados que volvieron a las armas.
El apoyo de los alzados en armas colombianos a los espías o el apoyo de los espías a los procesos de desestabilización en Colombia, son las líneas generales que estudian los agentes de la inteligencia colombiana, que trata de establecer el verdadero interés de la afluencia e interés de los espías internacionales en Colombia.
